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Precios de los combustibles desatan una batalla entre Gobierno brasileño y estatal Petrobras

diariodominicano.com

   RÍO DE JANEIRO, 20 jun (Xinhua) -- El aumento de los precios de los combustibles en Brasil se ha convertido en un debate nacional por la disputa entre el Gobierno y la petrolera estatal Petrobras en tanto el actual presidente, Jair Bolsonaro, exige a la petrolera que frene los precios de los combustibles para que no haya incrementos inflacionarios.
   De hecho, apenas en 2022, el precio de la gasolina ha subido un 31 por ciento, y el del diésel un 68 por ciento, provocando un aumento de la inflación que en los últimos doce meses hasta mayo llegó al 12 por ciento.
   Con las elecciones de octubre cada vez más cerca, el Gobierno brasileño exige el congelamiento de los precios de los combustibles, aunque la empresa no cede y, consecuentemente, Bolsonaro ya destituyó a tres presidentes de Petrobras.
   En 2016, el Gobierno de Michel Temer decidió que Petrobras dejara de subsidiar el precio de los combustibles, algo que hace inviable la entrada de competidores en el mercado de distribución, y pasase a utilizar el precio de paridad de importación para definir el valor de los productos, es decir, pasó a tener los precios del mercado internacional.
   Pese a ser uno de los mayores productores mundiales de petróleo y tener unas grandes reservas, Brasil necesita importar petróleo en tanto no tiene suficientes refinerías para atender su producción y porque el petróleo brasileño es predominantemente pesado, por lo que necesita otro tipo más ligero, que viene de fuera, para mezclarlo.
   La situación deja el petróleo brasileño a merced de los precios del mercado internacional, con lo que cualquier subida del precio del barril acaba impactando en los precios de los combustibles en el país sudamericano.
   "Juntando el precio del petróleo, que está muy caro, y la conversión del dólar al real, que también está difícil, hace con que el petróleo llegue a Brasil muy caro. Buena parte del petróleo que usamos en Brasil todavía es importado. Petrobras es una empresa que necesita tener beneficio, no puede tener déficit", explicó a Xinhua Paulo Roberto Feldmann, profesor de Economía de la Universidad de Sao Paulo e investigador de la Universidad de Fudan, China.
   En un año electoral, el Gobierno brasileño sabe que este encarecimiento de los precios y de los combustibles puede tener un impacto muy grande en los comicios, por lo que, pese a defender la privatización de Petrobras, quiere controlar los precios de la petrolera, algo que según Feldmann, no puede darse.
   "Petrobras es una empresa que, como cualquier otra, necesita obtener beneficio. El Gobierno brasileño es un accionista importante, pero no es el único, y lo que los accionistas exigen es que la empresa brinde beneficio, y está obligada a hacerlo", comentó el economista.
   Feldmann recordó que "existe una legislación, incluso en Brasil, que es la del Compliance: cuando algún directivo no permite que la empresa tenga el máximo beneficio posible, se puede procesar la empresa, y todos los directivos de Petrobras tienen miedo de esto y no seguirán la decisión del presidente de Bolsonaro, porque de la contrario podrían ser procesados".
   Ante las críticas, la estatal argumenta que está obligada a tomar los precios internacionales, y que si congela los precios, como le pide el Gobierno, los importadores privados pueden desistir de trabajar en Brasil, lo que puede generar escasez de combustibles.
   El presidente amenazó con pedir una comisión parlamentaria de investigación sobre la política de precios de Petrobras, algo que la oposición ve con buenos ojos al entender que así saldrán a la luz las presiones del Ejecutivo para controlar los precios.
   Petrobras obtuvo un beneficio cercano a los 9.000 millones de dólares en el primer trimestre, cifra duramente criticada por Bolsonaro, y tendrá ahora el cuarto presidente bajo el actual Gobierno, que aún confía en poder revertir la situación antes de las elecciones, en las que Bolsonaro aparece por detrás de Lula da Silva en todos los sondeos.