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Muere el ex Presidente de la República dominicana Horacio Vásquez

Por Héctor Tineo Nolasco

Diariodominicano.com

TAMBORIL, el 25 de mayo de 1936, murió en Tamboril, el ex Presidente Horacio Vásquez. Tuvo una vida política muy destacada, pero al momento de fallecer no gravitaba en la vida nacional y había sido abandonado por la mayoría de sus antiguos funcionarios y beneficiarios de su régimen.

 Entró a la política de joven. El 26 de julio de 1899, Horacio Vásquez participó en el grupo de jóvenes que asesinó al Presidente Ulises –Lilis- Heureaux, en la ciudad Moca.

    También el 26 de abril de 1902, Vásquez, con su Movimiento 26 de Julio, inició un levantamiento que le permitió tomar el poder al derrocar al Presidente Juan Isidro Jimenes, su principal rival político, a quien obligó a salir del país el 2 de mayo del mismo año 1902.

          En aquella época República Dominicana  se dividía entre Horacistas y Jimenistas.

   Horacio Vásquez  se mantuvo en el poder hasta el 23 de Abril de 1903, cuando fue obligado a renunciar  tras  la Capital sufrir una guerra civil.

  Como líder del movimiento contra Vásquez encabezaba el ex Presidente Alejandro Woss y Gíl, antiguo hombre de confianza del Presidente Ulises Heureaux.

     Al derrocar el Gobierno de Horacio Vásquez, Alejandro Woss y Gíl formó un Gobierno provisional y convocó a elecciones para el 20 de junio de 1903. Fue declarado ganador, y  se juramentó como presidente constitucional el 1 de agosto de 1903. 

   En una situación de inestabilidad política,  Vásquez siguió incidiendo en la vida nacional. En  1916, Estados Unidos ocupó militarmente a República Dominicana y al poner fin  a la intervención  en 1924, Horacio Vásquez se convirtió en el primer presidente electo tras el período del régimen de ocupación.

     Vásquez debía  salir del poder en  1928, pero por medio de subterfugios legales prolongó su mandato. Fue  derrocado por un movimiento que encabezaron hombres que fueron de su confianza como el Jefe del Ejército Nacional, general Rafael Leónidas Trujillo Molina  y el abogado Rafael Estrella Ureña.

Los dos se unieron en una conspiración que terminó con el derrocamiento del Presidente  Vásquez.

    El  23 de Febrero de 1930, Rafael Estrella Ureña y sus partidarios, secundados por Desiderio Arias  y Elías Brache, antiguos dirigentes del jimenismo, dieron inicio al plan para acabar con el Gobierno de Horacio Vásquez.

   El general José Estrella, tío de Rafael Estrella Ureña, atacó la Fortaleza San Luis, en Santiago,  y las tropas no hicieron resistencia. De inmediato cientos de hombres armados con rifles que suministró de manera subrepticia  el general Trujillo, marcharon a la Capital.

   Entraron a la Capital a los tres días y el Presidente  Vásquez buscó asilo en la legación de Estados Unidos.

    Los informes de la época dan cuenta de que fue al final que el Presidente  se convenció de que había sido traicionado por Trujillo, a quien había ascendido a general de brigada  y designado Jefe del Ejército Nacional.

 Estrella Ureña también había sido uno de los  secretarios de Estado de mayor confianza del  Presidente Horacio Vásquez, pero se separó de su Gobierno cuando en 1929, el  Presidente de la República apoyó un movimiento que propugnaba  por su reelección.

Cuando el ex Presidente  Vásquez murió  en Tamboril, el 25 de Mayo de 1936,  era un hombre sin ninguna incidencia en la vida política de la República Dominicana. Y sufrió múltiples  acciones  de deslealtad de antiguos colaboradores y amigos.

En la obra “La Era de Trujillo, Narraciones de Don Cucho, Virgilio –Cucho- Álvarez Pina, editada en 2008, el autor un ex colaborador de la alta estima de Vásquez, cuenta que “El Viejo”, como lo llamaban colaboradores y amigos, fue traicionado hasta por miembros de su círculo familiar. 

Atribuye a Martín de Moya, sobrino político de Vásquez, llevar informaciones a Trujillo de una supuesta trama política del ex presidente contra la Administración de Trujillo.

Según dice en su libro Álvarez Pina, esa versión se la dio el mismo Trujillo cuando a petición de Vásquez fue a preguntarle al presidente Trujillo, por qué agentes del régimen seguían los movimientos del ex Presidente. Asegura que Trujillo le mostró manuscritos firmados por el informante y le pidió se lo comunicara a Vásquez. 

El sepelio del ex presidente Vásquez fue muy poco concurrido. Los que disfrutaron las mieles del poder estaban ausentes.

Cucho Álvarez apunta en su obra que “La traición, la deslealtad, la calumnia, la infamia, la difamación, son figuras negativas que siempre han estado presentes en la política dominicana”.

Afirma, al referirse a lo sufrido por “El Viejo”,  que “Ni siquiera los vínculos sanguíneos  o de gratitud debida impiden que seres envilecidos se pongan a las órdenes de las peores causas, que recurran a los métodos más detestables para conseguir sus fines”.

 Durante los últimos años de vida la salud de Horacio Vásquez fue muy frágil.