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Obispos de Colombia rechazan despenalización de suicidio médicamente asistido

diariodominicano.com

POR EDUARDO BERDEJO | ACI Prensa

Vaticano, 13 de mayo, 2022.- La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), expresó su dolor por el fallo de la Corte Constitucional que despenaliza el suicidio médicamente asistido, y exhortó a las autoridades a tomar decisiones encaminadas a proteger la vida “y no a su destrucción”.

En una votación de seis contra tres, la Corte Constitucional de Colombia despenalizó ayer 12 de mayo el suicidio médicamente asistido. A favor votaron los magistrados Alejandro Linares, Gloria Ortiz, Diana Fajardo, Natalia Ángel Cabo y Antonio José Lizarazo, este último encargado de exponer el caso; y en contra Jorge Enrique Ibáñez, Cristina Pardo y Paola Meneses.

Con su fallo, la Corte acogió la demanda que Lucas Correa Montoya y Camila Jaramillo Salazar, del Laboratorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DescLAB), presentaron contra el inciso segundo del artículo 107 del Código Penal. El documento fue admitido por el tribunal el 1 de septiembre del año pasado.

El inciso que la Corte declaró inconstitucional penaliza con prisión de 16 a 36 meses “cuando la inducción o ayuda [al suicidio] esté dirigida a poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable”.

La diferencia entre la eutanasia y el suicidio médicamente asistido es que en la primera el personal de salud administra el fármaco que provoca la muerte; en el segundo, es la persona que desea morir quien se lo autoadministra, ayudada por el agente sanitario.

En un comunicado emitido ayer jueves, la CEC señaló que siguiendo la enseñanza de la Iglesia y “su opción fundamental de servir integralmente al ser humano (…), recibe con profundo dolor la decisión de la Corte Constitucional de favorecer el Suicidio Médicamente Asistido (SMA)”.

Por ello, llamaron a las autoridades del país a ser “consecuentes con el valor inviolable de la vida humana, conforme lo consagra la Constitución colombiana”; para que así “las decisiones que se tomen estén encaminadas a su protección, defensa y cuidado y no a su destrucción”.

“Como sociedad estamos llamados a recibir la vida y a conservarla con gratitud; a elegir, en toda circunstancia, los medios necesarios humanos, científicos y espirituales para rodearla de sentido y valor”, señalaron.

Los obispos se solidarizaron con las personas que sufren y recordaron que “es importante traducir el amor de Cristo en gestos concretos de oración, afecto, servicio y acompañamiento frente al dolor, como el buen samaritano del Evangelio, que curó las heridas de su hermano necesitado, con entrañas de misericordia, usando el ‘aceite del consuelo y el vino de la esperanza’”.

Por ello, exhortaron “a rechazar la tentación, a veces inducida por los cambios legislativos, de usar la medicina para producir la muerte”.

En ese sentido, reafirmaron que “ningún agente sanitario puede ser forzado a colaborar en la muerte de otros; su conciencia se lo impide. Se ha de garantizar siempre el derecho fundamental a la objeción de conciencia personal, así como a que sean salvaguardados los principios de la misión y visión de las Instituciones conforme a su naturaleza, que las identifica en favor de la vida”.

“Entendemos que, a partir del principio de la dignidad humana, no existe el ‘derecho fundamental a la muerte digna’, sino el derecho a la vida. Los pastores de la Iglesia reiteramos, por tanto, nuestro compromiso de ser proclamadores del Evangelio de la vida y la esperanza”, expresaron.

Otros fallos de la Corte Constitucional contra la vida

La eutanasia es permitida en Colombia desde el 2015, luego que la Corte Constitucional ordenó al Ministerio de Salud que aprobara el protocolo para aplicar esta práctica.

Luego, en octubre de 2017, este alto tribunal extendió la eutanasia para los menores de edad que sufran una enfermedad terminal.

Asimismo, en julio de 2021, la Corte declaró inconstitucional el artículo 106 del Código Penal que penalizaba con 16 a 54 meses a quien “matare a otro por piedad, para poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable”, con lo que extendió la eutanasia a personas con enfermedades no terminales.

En el caso del aborto, la Corte Constitucional abrió el camino a esta práctica en mayo de 2006 bajo tres causales. Sin embargo, en febrero de 2022 lo despenalizó hasta las 24 semanas de gestación.