Editorial

A 50 años de la tiranía

A 50 años de la tiranía

Conmemoramos el 50 aniversario de la eliminación física del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, la noche del 30 de Mayo de 1961. El hecho dio origen al proceso democrático dominicano. El tránsito ha sido difícil. Hemos enfrentados múltiples dificultades y crímenes contra la vida institucional, pero avanzamos y aprendimos que la democracia no sólo es elegir y ser elegido en comicios libres.

La nueva Constitución promulgada el 26 de enero de 2010, establece que se fundamenta en el respeto a la dignidad humana y en la indisoluble unidad de la Nación, patria común de todos los dominicanos y dominicanas. ?Es función esencial del Estado, la protección efectiva de los derechos de las personas, el respeto de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas?. Marchamos. Sufrimos el derrocamiento del primer Gobierno democrático después de la caída de la dictadura, el del Presidente Juan Bosch y Segundo Armando González Tamayo.

Por ese atentado contra la democracia nos hirió la guerra civil de 1965, que dejó como saldo miles de muertos y la invasión del territorio nacional por botas extranjeras. Los hechos no amilanaron al pueblo dominicano. Ha seguido en marcha. Podemos celebrar que contamos con una administración del Gobierno consciente de lo que significa encarnar la representación del Estado en un régimen democrático. Pasaron los días de la incertidumbre y podemos celebrar entre los logros la alternabilidad en el poder como un proceso normal y expresión de la vida democrática. Vemos la libertad de expresión como un derecho inalienable y la libertad de escoger la preferencia política.

A 50 años de la caída de Trujillo, podemos celebrar que tenemos un régimen en el que los poderes del Estado funcionan bajo el principio de la separación. Tenemos condiciones para confiar en que continuaremos en democracia hasta alcanzar el contenido que requiere. Hoy es el Día de la Libertad, debemos reafirmar el compromiso de confiar en la democracia como único mecanismo garante del desarrollo en un estado de derecho, soporte de los derechos humanos, para producir las transformaciones que requiere la sociedad para combatir la pobreza extrema y las desigualdades sociales que obstaculizan el desarrollo. Es necesario continuar sin pausa. En la dictadura eso no es posible.

2011-05-30 12:04:01