Editorial

Otra causa de pobreza

En República Dominicana es difícil cambiar porque los intereses particulares pesan más que el interés común. Sobrevive una costumbre de aprovecharse de lo que es del Estado. Muchas riquezas tienen su origen en concesiones estatales «especiales».

La práctica ha dejado como legado la costumbre de aprovecharse de las «facilidades» que otorga el Estado. Quien desee conocer de esa historia los invitamos a ver lo que ha pasado históricamente en República Dominicana.

Conocidos proyectos empresariales se crearon con la expectativa de que recibirían el padrinazgo oficial. El martes el presidente Leonel Fernández convocó al Palacio Nacional a empresarios involucrados en el negocio del gas natural, pero la experiencia fue desagradable, para el mandatario y la población. Una parte de los presentes no ocultó su deseo de recibir subsidios, pues a su juicio el negocio no es rentable. Muy bien que el Jefe del Estado le dijera que si no es rentable lo más prudente sería que devuelvan las licencias que tienen para operar estaciones de expendio de gas natural y entonces el Gobierno vería la forma de avanzar en el proyecto.

El comportamiento explica por qué ha sido tan difícil lograr que República Dominicana sea un país con menos desigualdades con la equidad como una práctica. Grupos de privilegiados reciben exenciones millonarias en detrimento de la mayoría de la colectividad nacional. Eso tiene que cambiar. Los privilegios también amplían la pobreza.

El ministro de Hacienda, licenciado Daniel Toribio ha dicho que el Gobierno dejó de percibir entre 2008 y 2011 RD$418,906 millones por exenciones y exoneraciones de impuestos otorgadas en base a 33 normas «que reducen el potencial del sistema tributario».

En una presentación durante el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio, dijo que el monto del sacrificio fiscal en el período señalado es cuatro veces más que los ingresos previstos para el año en curso, excluyendo el financiamiento. En su exposición titulada «Hacia una reforma integral», consideró que el sistema tributario dominicano tiene los impuestos necesarios, aunque algunos pueden ser sujeto de adecuaciones, no de cambios radicales.

A su juicio, el sistema necesita una reforma integral, sustentada en menos exenciones y evasión y menor rigidez del gasto. Para hacer esa reforma, el ministro de Hacienda demandó un acuerdo de todas las fuerzas políticas.

Lo que sugiere es una necesidad nacional. En el país es necesario acabar con los privilegios que benefician a grupos que saben posicionarse en cualquier situación. Esa práctica perjudica a la Nación y aumenta la pobreza.

2011-08-03 21:51:25