Mi Voz, Portada

Migración y embarazo

Leonel Fernández

Carlos Pérez Fernández

Leonel Fernández es un profesor de comunicación y experto en comunicar ideas y conceptos y el hecho de que unos lo interpreten de una forma y otros de otra-primera vez que ocurre-supone una grande confusión.


El presidente Fernández habló de las excepciones o sea, embarazadas en labor de partos-parturientas-en un Hospital o Clínica o Dispensario. En esas circunstancias particulares, no solo es inhumano deportar a una mujer o a un ser humano que enfrente una emergencia médica, sino que es inmoral, anti ético, anti científico e ilegal. Se interpreta lo general no lo particular o excepcional.


Habló Leonel del caso de Polonia y Bielorrusia y cómo la Union Europea apoyó a Polonia en su soberanía para establecer políticas migratorias y de cómo los Estados Unidos se preocupan por el caso de la crisis entre Etiopía y Sudán y viaja a Kenya, pero es que Estados Unidos dijo en Puerto Principe a través de su enviado Todd Roberson que la comunidad internacional NO va a intervenir en Haití. O sea, hay una doble vara en el caso de la crisis haitiana porque lo que se pretende es que la crisis haitiana tenga una solución dominicana.

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Todo inmigrante aspira a que lo ampare una política migratoria transparente, justa y humana que le salvaguarde sus derechos sin menoscabo de la soberanía del país receptor. A ese equilibrio debemos apelar.


Tuve la oportunidad de ayudar a lograr conquistas y reivindicaciones, siguiendo instrucciones como vicecónsul en Puerto Rico, del Cónsul General Máximo Taveras, para los dominicanos indocumentados que no tenían accesos a los servicios de salud y específicamente para las embarazadas.


Si hay voluntad política y buena fe, se puede conseguir.
El caso de las embarazadas haitianas tiene sus particularidades y complejidades pero se puede trabajar sin que República Dominicana renuncie a su soberanía.
Las pobres embarazadas haitianas son víctimas de ONG y mafias que, a ambos lados de la frontera se benefician de sus desgracias. Así ha sido históricamente.


Esas organizaciones mafiosas que piden aborto para las dominicanas y parto para las haitianas, son las que se lucran del infortunio de una haitiana que les paga más por el parto a esas mafias que lo que le pagaría al gobierno dominicano en un proceso legal, seguro y ordenado al cabo del cual madre y criatura regresarían a su país de origen. Mientras tanto.


Obsérvese que no se piden derechos para las haitianas en Haití, porque el objetivo es eternizar una tragedia que les da pingües beneficios.


La República Dominicana tiene, de nuevo, la oportunidad de implementar una política migratoria justa, transparente, moderna y humana a la vez que salvaguarda sus derechos soberanos.

El doctor Carlos Pérez Fernández

Médico dominicano en Puerto Rico