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SANTIAGO, 14 sep (Xinhua) -- El gobierno de Chile evalúa la apertura de sus fronteras a los turistas, luego de que en las últimas semanas se han registrado las cifras más bajas de contagios, hospitalizaciones y muertes por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), al tiempo que amplía la vacunación contra el virus a los niños y niñas desde los seis años.
Desde el Poder Ejecutivo estudian la posibilidad de permitir la entrada de turistas al país por primera vez en toda la crisis sanitaria, a través del aeropuerto de Santiago y otras dos terminales por revisar, además de dos pasos terrestres que servirían de ingreso al territorio, como parte del plan Fronteras Protegidas.
"La industria turística es muy poderosa, sobre todo en verano, y nos está pidiendo ayuda. Hemos dicho que tienen que predominar las razones sanitarias, y si la cantidad de pacientes sigue baja, con cada vez menos pacientes graves en cuidados intensivos, podremos hacer algunos cambios en las fronteras", dijo el ministro de Salud, Enrique Paris.
Paris anunció que se exigirá a los viajantes su vacunación completa, una prueba PCR negativa 72 horas antes del viaje y exámenes aleatorios para descartar posibles contagios.
El ministro de Salud calificó este martes de "exitosa" la campaña de inmunización gratuita y masiva que inició en febrero pasado en el país, a través de la cual se han administrado hasta la fecha más de 26,4 millones de dosis de vacunas para proteger completamente al 87,24 por ciento de la población objetivo, de 15,2 millones de personas.
Durante un encuentro virtual con los corresponsales extranjeros, destacó que Chile, "en conjunto con Uruguay, son los dos países latinoamericanos que han logrado la tasa más alta de vacunación con primera y segunda dosis", aunque admitió el dispar acceso al biológico que existe entre las diversas naciones.
Chile registra una tasa de positividad de las pruebas PCR que ronda el 1 por ciento, y una tendencia a la baja de los contagios en las regiones, salvo excepciones como Arica (norte) y Antofagasta (norte), sostuvo el ministro.
En este contexto, y para reforzar aún más la protección de la población, se inició en junio la vacunación de los adolescentes mayores de 12 años con la vacuna Pfizer-BioNTech, y ya suman más de 700.000 inoculados, además de la inmunización con la sustancia CoronaVac de los niños y niñas desde los seis años de edad, la cual comenzó el lunes para aquellos con comorbilidades.
"Pese a que los niños no enferman gravemente, aunque algunos han fallecido por el síndrome PIMS, se ha demostrado que son un reservorio muy importante para el virus (...) De esta manera, pueden contagiar a otras personas, familiares, adultos mayores o personas que tengan alguna inmunodeficiencia", señaló Paris respecto a la decisión adoptada en conjunto con el Plan Nacional de Inmunizaciones, el Comité de Expertos y el Instituto de Salud Pública.
Afirmó que los estudios de fase 1 y fase 2, junto a los estudios de fase 3 que se realizan en Chile, han demostrado que la vacuna de Sinovac es altamente segura y tiene una muy baja cantidad de efectos adversos.
Añadió que estas investigaciones, además de la experiencia de China en la inoculación de los adolescentes, han servido de base para ampliar la vacunación en Chile a los menores de edad, mientras se esperan hasta finales de septiembre los resultados del estudio de vacunación en infantes por debajo de los seis años de edad con CoronaVac, llevado a cabo por la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En este escenario de mejores indicadores, el gobierno ha relajado las medidas que buscaban restringir la movilidad en los peores momentos de la pandemia, con lo cual se han retomado las clases y las labores presenciales.
Además, se han flexibilizado los aforos en locales comerciales y restaurantes, reuniones sociales y actividades deportivas y culturales, pero manteniendo los resguardos sanitarios.
Pese a estos avances, el ministro dijo estar "muy preocupado por la variante Delta", con unos 1.000 casos detectados en el país y una mayoría de contagios comunitarios.
En esta línea, puso de ejemplo a países como Israel o Reino Unido, que con un alto porcentaje de vacunación "liberaron las medidas de control y tuvieron un rebrote gigantesco", con lo que "perdieron algunas ganancias que habían tenido".
El funcionario aseguró al respecto que la estrategia de la cartera sanitaria apunta a "que el paciente no muera o entre a una unidad de cuidados intensivos".
"Lo que queremos evitar, por eso la vacuna es muy importante, es que los pacientes se enfermen gravemente, que puedan colapsar las unidades intensivas o las urgencias", añadió.
Por ello, de cara a las masivas celebraciones de Fiestas Patrias que tendrán los chilenos los días 17, 18 y 19 de septiembre, el Ministerio de Salud se prepara para una posible alza de los contagios, por lo que ha elaborado un programa de testeos diurnos y nocturnos, y ha dispuesto móviles de búsqueda activa de casos en lugares concurridos.
También ha optado por mantener al personal sanitario en sus labores durante los festivos y no rebajar el número de camas críticas disponibles.
