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BUENOS AIRES, 27 jun (Xinhua) -- Las Islas Malvinas, un archipiélago ubicado en el Atlántico Sur, constituyen un territorio y un sentimiento enraizado en el corazón de todos los argentinos, que coinciden en el reclamo y deseo de volver a tener el ejercicio pleno de la soberanía sobre esa región, controlada políticamente por el Reino Unido, que las ocupó en el año 1833. El archipiélago está ubicado a 464 kilómetros al este de Argentina continental y es considerado parte integrante de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la más austral del país y donde las Islas Malvinas son una verdadera causa nacional, al igual que en las demás jurisdicciones del país sudamericano. Calles, plazas, parques, aeropuertos, hospitales y estadios deportivos, entre otros lugares, llevan el nombre de las Islas Malvinas. Muchas mujeres nacidas en el año 1982, año del conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido por el territorio, llevan por nombre "Malvina", o "Soledad", en homenaje a las dos principales islas del archipiélago, llamadas "Gran Malvina" y "Soledad". "Para mí, las (Islas) Malvinas son un sentimiento. Hablar de ellas es hablar con emoción de una herida abierta, que no va a cicatrizar hasta que vuelvan a ser cien por ciento nuestras, como siempre debió ser", dijo a esta agencia Mercedes Lorenzetti, de 80 años de edad, residente en la ciudad de Bahía Blanca. La mujer recordó el conflicto bélico ocurrido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por el control del territorio, contienda que concluyó con la rendición de Argentina tras 74 días de combates. "La guerra fue dolorosa e impensada. La opción diplomática para resolver la disputa, que es la que siempre se ha elegido, salvo en 1982, es la que debe primar para lograr la recuperación de las Islas", señaló Lorenzetti. El reclamo argentino para que el Reino Unido acepte discutir la soberanía, respetando el modo de vida de los isleños, tiene el respaldo de las Naciones Unidas desde 1965, y ha sido unánime en todos los Gobiernos argentinos, sin distinción entre administraciones civiles o de facto, y sin importar si los dirigentes eran de izquierda, de centro o de derecha. "El Gobierno argentino mantiene permanentemente la misma voluntad de continuar con las negociaciones de soberanía con el Reino Unido. Sin embargo, desde hace casi cuatro décadas el Reino Unido se rehusa a reanudar las negociaciones con Argentina para encontrar una solución pacífica de la controversia bilateral de soberanía", afirmó el 24 de junio pasado el canciller Felipe Solá. El funcionario participó ese día de una audiencia del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24), en Nueva York, que adoptó por consenso una nueva resolución que reitera, como todos los años desde 1983, el llamado al Reino Unido y Argentina a retomar las negociaciones para encontrar una solución pacífica y definitiva a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas. "El Reino Unido alega que no habrá negociaciones de soberanía a menos que los habitantes de las Islas así lo consientan. De esta forma, pretende desconocer lo establecido por la Asamblea General, amparándose en el supuesto derecho a la libre determinación de los habitantes de las Islas Malvinas. Este razonamiento no tiene sustento en el derecho internacional y no es más que una excusa para preservar su presencia colonial en el Atlántico Sur", sostuvo Solá. La Cancillería argentina recordó recientemente que el ejercicio de soberanía en el territorio insular fue interrumpido el 3 de enero de 1833 "mediante un acto de fuerza por parte del Reino Unido, que ocupó ilegalmente las islas, expulsando a las legítimas autoridades argentinas allí asentadas y a la población existente". "Mediante esta usurpación, se quebró la integridad territorial de la Patria, una situación que ningún Gobierno argentino ha consentido en más de 188 años de historia", enfatizó el Ministerio de Relaciones Exteriores. María Pérez Salvadores, dijo a esta agencia que "las Islas Malvinas son un territorio argentino y nuestro deseo es volver a ejercer la soberanía sobre ellas. Hay razones históricas, políticas y hasta geográficas que así lo establecen". "Es un territorio que está frente a nuestras costas, a una hora de vuelo desde (la ciudad de) Río Gallegos (sur). Sus primeras autoridades fueron argentinas y luego las desplazaron por la fuerza", recordó la mujer de 66 años de edad. El territorio insular es caro a los sentimientos de los argentinos, que las recuerdan todos los días del año, pero especialmente el 2 de abril, cuando se conmemora el desembarco de 1982, y el 10 de junio, cuando se celebra el "Día de la afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes". Ese día, durante un acto en la sede del Ministerio de Defensa, el capitán de Fragata Jorge Nicastro, veterano de la guerra de 1982, rememoró las misiones cumplidas en las aguas del Atlántico Sur y expresó su "honor por poder pronunciar palabras alusivas en esta fecha tan significativa en representación de las mujeres y hombres de mar que acudieron al llamado de la patria y que lucharon por nuestros derechos soberanos". "Hemos dejado un legado que será tomado por las generaciones presentes y futuras. No debemos olvidar el sacrificio de nuestros camaradas, debemos continuar nuestra vigilia sobre las Islas Malvinas que fueron, son y serán argentinas", enfatizó Nicastro.
