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Auge y caida del Neoliberalismo en América Latina y el Caribe.

Juan Carlos Espinal

Por Juan Carlos Espinal.

En un mundo de mercados globalizados, estados nacionales en descomposición y exclusiones generalizadas la innovación científico-tecnologica está llenando de comprensión nuestras experiencias políticas.

Naturalmente, la teoria económica del neoliberalismo capitalista tiende a diluirse implosionando los gobiernos populares, profundizando las desigualdades y conculcando los derechos fundamentales.

La caída del consumo, las alzas indiscriminadas de los precios de los artículos de primera necesidad, los recortes presupuestarios a los programas de protección social decretan el uso de la militarizacion como mecanismo de control político.

Como caracterización política, el neoliberalismo no ha podido ser explicado por los ideólogos del sistema, pues explicar el extractivismo capitalista desnuda las estrategias, maniobras y ambivalencias políticas a la hora de gobernar.

Solo cuando surgieron los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe, los teólogos de la derecha libero conservadora del neoliberalismo comenzaron a defender los derechos del pueblo tras haberse corrompido.

Pasaron a hablar de la palabra populismo tratando de borrar las contradicciones e intereses de clases que se escondían detrás de esa diferenciación.

El neoliberalismo cultural es despectivamente superior a la demagogia del sistema oligarca, profundamente anti democrático pues el desprestigio de su sistema político tiende a replantearse sus antiguas posturas instalando estrategias de sobrevivencia.

La revolucion social del siglo 21 debe ser una antología científica del porvenir. No puede comenzar su tarea antes de despojarse de toda veneración supersticiosa del pasado. La nuevas revoluciones sociales necesitan remontarse al conocimiento de la historia universal para superar su propio contenido.

La cultura neoliberal sorprendió a los gobiernos constitucionalistas enterrando el estado de derecho, proclamando un golpe de estado de excepcion y enterrando la democracia participativa. Las revoluciones sociales del siglo 21 avanzan arrolladoramente de éxito en éxito en una etapa histórica que nos ha retrocedido a los años ochentas.

Cualquier observador promedio, aunque no hubiese seguido paso a paso la marcha de los acontecimientos en República Dominicana, tenía que presentir la irreversible desaparición del sistema político tradicional de pos guerra como una inaudita vergüenza. PRSC, PRD y PLD.

El neoliberalismo como sustituto del estatismo propone contra reformas económicas, políticas y sociales para apoderarse de las instituciones destinadas al servicio público. La derrota del sistema político y económico tradicional se había sancochado en el caudillismo, la insolente exageración del endeudamiento externo y el despotismo de la nueva república clasista.

Los fanáticos del optimismo profana la propiedad privada, la familia, el orden y la constitucion. La soez de la personalidad del neoliberalismo constituye su deformada psiquis ideológica.

No podía ser de otra manera.

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