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PRIMERA OCUPACIÓN NORTEAMERICANA, 1916-1924. Conozcamos cuales fueron sus causas.

A la caída del asesinado presidente Mon Cáceres, los Estados Unidos se convirtieron en el árbitro de la política dominicana.

La guerra civil comenzó con el enfrentamiento de Alfredo Victoria (horacista), jefe del Ejercito y Desiderio Arias (jimenista), lo que llevó al gobierno norteamericano a intervenir directamente en la crisis, ya que, Arias había ocupado las aduanas fronterizas y los haitianos habían invadido parte del territorio dominicano.
Además de nombrar un contralor para las aduanas, el Presidente norteamericano Woodrow Wilson, envió a un representante a dar un ultimátum a los dominicanos: tenían que ponerse de acuerdo y deponer las armas, además de elegir a un Presidente aceptado por todos, ya que su gobierno, no permitiría mas revoluciones en el territorio dominicano.

Resultó electo Juan Isidro Jiménez, que también fue víctima de un levantamiento militar en 1916 de parte del Secretario de Guerra y Marina, Desiderio Arias

Estados Unidos tenía tropas desde 1915 en territorio haitiano, ocupaba Puerto Rico, como resultado de la guerra Hispano-Americana de 1899 y no iba a permitir la inestabilidad en la República Dominicana, cuando quería mantener alejadas del continente a las potencias europeas.

Los eventos que a la postre darían el impulso final a la intervención norteamericana de 1916 fueron, por citar los más relevantes:

1- El impasse que tuvo el gobierno de Juan Isidro Jiménez con los Estados Unidos, al no querer aceptar algunas de las medidas que pretendían hacerle asumir (entre ellas, la aprobación expresa del contralor norteamericano).
2- Levantamiento de generales horacistas en el norte.
3- La ocupación militar norteamericana de Haití en 1915.
4- Aumento del poder de Desiderio Arias, quien siendo secretario de Guerra y Marina se rebeló contra Jiménez en abril de 1916.
5- Gran inestabilidad política y el gran endeudamiento que acrecentó la deuda externa después del Gobierno de Cáceres.
6- El atraso del pago de los Empréstitos a los EE.UU.
7- Inicio de la Primera Guerra Mundial.
8- Supuesta violación a la convención de 1907

Los marines norteamericanos desembarcaron en el territorio dominicano un día como hoy hace 100 años, el 16 de mayo de 1916, aprovechando el enfrentamiento entre Juan Isidro Jiménez y Desiderio Arias, así como la oposición de Jiménez a la presencia de las tropas norteamericanas.

Arias fue obligado por el Gobierno de los Estados Unidos a retirarse de la ciudad de Santo Domingo, refugiándose en la Línea Noroeste. El Congreso Nacional colaboró con la Ocupación. Diputados y senadores eligieron al sustituto de Jiménez en la Presidencia, Francisco Henríquez y Carvajal.

Para reconocer a un Presidente dominicano, el Gobierno de los Estados Unidos exigía que se aceptara el nombramiento de un experto financiero y la formación de una Guardia Nacional dirigida por los marines. Henríquez y Carvajal no aceptó esas condiciones y, de inmediato, le suspendieron los ingresos que recibía el Gobierno dominicano a través de la Receptoría General de Aduanas. El Gobierno quedó sin recursos, aunque los empleados públicos continuaron laborando.
El capitán H. S. Knapp, el 29 de noviembre de 1916 hizo la siguiente proclama, donde se consumó la Ocupación, pues en la misma el Gobierno de los Estados Unidos reconocía que la República Dominicana quedaba sometida a un Gobierno militar. A saber: CITO:

“A todos los que les interese, que la República Dominicana queda por la presente puesta en un estado de ocupación militar por las fuerzas bajo mi mando, y queda sometida al gobierno militar y al ejercicio de la ley militar, aplicable a tal ocupación.
“Esta ocupación militar no es emprendida con ningún propósito, ni inmediato ni ulterior, de destruir la soberanía de la República Dominicana, sino al contrario, es la intención ayudar a este país a volver a una condición de orden interno, que lo habitará para cumplir las previsiones de la convención citada, y con las obligaciones que corresponden como miembro de la familia de naciones.

“Las leyes dominicanas, pues, quedarán en efecto siempre que no estén en conflicto con los fines de la ocupación o con los reglamentos necesarios establecidos al efecto, y una administración legal continuará en manos de oficiales dominicanos, debidamente autorizados, todos bajo la vigilancia y la supervisión de la fuerza de los Estados Unidos que ejercen el gobierno militar.

“La administración ordinaria de la justicia, tanto en casos civiles como en casos criminales, por medio de las cortes dominicanas regularmente constituidas, no será interrumpida por el gobierno militar ahora establecido; pero los casos en los cuales un miembro de las fuerzas de los Estados Unidos, forma parte, o en los cuales haya envuelto desprecio o desafío de la autoridad del gobierno militar, serán juzgados por un Tribunal establecido por el gobierno militar.
“Todas las rentas prevenidas del Gobierno Dominicano, incluso derechos e impuestos hasta el presente provenidos y no pagados, sean derechos de Aduana bajo las provisiones de la Convención concluida el día 8 de Febrero de 1907, por la cual se estableció la Receptoría Aduanera, que permanecerá en efecto, o sean de Rentas Internas, serán pagadas al Gobierno militar, el cual, por cuenta de la República Dominicana, mantendrá en custodia tales rentas y hará todo desembolso legal que sea necesario para la administración del Gobierno Dominicano y para los propósitos de la ocupación.
“Invoco a todos los ciudadanos dominicanos y a los residentes y transeúntes en Santo Domingo, a cooperar con las Fuerzas de los Estados Unidos en ocupación, con el fin de que sus gestiones sean prontamente realizadas y que el país sea restaurado al orden y haya tranquilidad doméstica y a la prosperidad que solamente se puede realizar bajos tales condiciones.
“Las fuerzas de los Estados Unidos en ocupación bajo mi mando actuarán según la ley militar que gobierna su conducta, con debido respeto a los derechos personales y de propiedad, de los ciudadanos dominicanos y residentes y transeúntes en Santo Domingo, sosteniendo las leyes dominicanas, siempre que éstas no entren en conflicto con los propósitos para los cuales se emprende la ocupación.» CIERRO LA CITA.

El descontento dominicano se expresó de diferentes maneras: los ciudadanos colocaban crespones negros en sus viviendas, Gregorio Urbano Gilbert los enfrentó de manera personal, la prensa expresó su malestar, y los campesinos de la región Este, llamados gavilleros, organizaron guerrillas para enfrentar a los marines. También en la Línea Noroeste estos encontraron resistencia. Por su parte, los sectores urbanos, organizados en la Unión Nacional Dominicana, lucharon por la «desocupación pura y simple»

Durante los ochos años de la Ocupación (1916-1924) se tomaron medidas que beneficiaron a la industria azucarera, se creó la Guardia Nacional y se logró el desarme total de la población. Los servicios de salud y educación sufrieron cierta mejoría, se construyeron carreteras y se realizaron préstamos, con el consiguiente aumento de la deuda externa.

Medidas políticas tomadas

  1. Destituyen a los ministros que habían sido designados en el gobierno de Francisco Henríquez y Carvajal.
  2. Se censura a la prensa, prohibiendo la libertad de expresión. De esta forma evitaban que se hicieran las denuncias de los atropellos que estaban cometiendo.
  3. Se desarmó a la población. Se prohibió el uso de todo tipo de armas; de esta forma evitaban los levantamientos armados contra la ocupación.
  4. Se dispuso que ningún ciudadano dominicano podía ser elegido para ocupar cargos en carteras como Interior y Policía, Guerra y Marina.
  5. Restauraron la milicia, creando la Guardia Nacional.

Medidas económicas

  1. Estimularon la industria azucarera con la instalación de nuevos ingenios.
  2. En lo relativo a la tierra, legalizaron la posesión de los terrenos azucareros, al dedicar una ley que permitía a aquellas personas que tuvieran más de 10 años ocupando un terreno, declararlo, oficialmente, en el Tribunal de Tierras como suyo. Esa Ley de Registro de Tierras se conoce como Sistema Torrens. En consecuencia, quedaron de esta forma legalizadas las tierras ocupadas por extranjeros.
  3. Se elaboró la Ley Forestal.
  4. Suspenden la entrega de fondos procedentes de las aduanas al Gobierno dominicano.
  5. Se creó la Ley de Rentas Internas para poner impuestos directos y de esta forma aumentar la recaudación.
  6. El gobierno militar tomó medidas de austeridad y recurrió a los préstamos cuando lo consideró necesario. Ante la grave crisis económica derivada de la Primera Guerra Mundial, recortan el presupuesto en un 50% y el salario en un 60%. De igual forma, el Departamento de Estado autoriza, en 1921, un préstamo de 2.5 millones y otro de 10 millones, en 1922. De esta forma aumenta aún más la deuda externa.

Medidas sociales

  1. En cuanto a la infraestructura, se continuó la política de construcción iniciada en la época deRamón Cáceres. Se construyen puentes, carreteras de Santo Domingo a Azua, Santiago, San Pedro de Macorís. También construyeron escuelas urbanas y rurales.
  2. Se reorganizó el sistema educativo. se hizo énfasis en la educación primaria y ascendió la matrícula escolar.
  3. Se promulgó una nueva Ley de Educación y se creó el Consejo Nacional de Educación. Se establecieron escuelas secundarias, vocacionales y comerciales. Además, se aumentó el sueldo a los maestros.
  4. Se creó la Secretaría de Estado de Sanidad y Beneficiencia y se promulgó la Ley de Sanidad.
  5. Se realizaron operativos de vacunación.
  6. Se realizó el Primer Censo Nacional, en 1920.

EL FIN DE LA INTERVENCIÓN NORTEAMERICANA

El 24 de diciembre de 1920 el Presidente Wilson ordenó a Thomas Snowden que integrara una comisión para realizar las reformas constitucionales y legales necesarias para dicho propósito, ordenando al Gobierno Militar flexibilizar las medidas que restringían la libertad de prensa y expresión, así como la libertad de reunión; con estas medidas se les permitían a los dominicanos agruparse o reunirse para formar movimientos de prodesocupación.

La agrupación patriótica Unión Nacional Dominicana, creada en marzo de 1920 y precedida por el notable intelectual Emiliano Tejera, arreció su campaña en favor de la evacuación pura y simple, pero, como se supondría, los estadounidenses no aceptaron, ya que éstos pretendían que los dominicanos aceptaran como buenos y válidos los actos del Gobierno Militar, que había promulgado una serie de leyes y realizaron un número de transacciones que envolvían derechos de terceros que querían proteger.

Cuando Harding toma posesión de la presidencia, designa como Gobernador Militar a Samuel S. Robinson, encargado de facilitar la desocupación militar de territorio dominicano. A su llegada al país en 1921, éste hizo una proclama preparada en Washington, en la cual se anunciaba un plan de desocupación que, a su vez, envolvía la preparación de una elecciones generales, supervisadas y dirigidas por el Gobernador Militar, para entonces proclamar, ya una vez elegido, el Presidente de la República como principal cabeza de un nuevo Gobierno Constitucional Dominicano. También, según esta proclama, el nuevo gobierno dominicano, mantendría a los oficiales estadounidenses a cargo de la Policía Nacional. Esta proclama fue conocida como el Plan Harding, pero ante ésta el pueblo no aceptó, ya que prácticamente no se hacían valer del todo sus derechos constitucionales como dominicanos, por lo que hubo que diseñar un nuevo plan.

Ante esta situación el Secretario de Estado estadounidense, Charles Evans Hughes, se vio precisado a buscar una nueva fórmula para buscar de alguna manera la desocupación estadounidense del territorio dominicano. La oportunidad se presentó, cuando el abogado Francisco J. Peynado (Pancho), en representación de los príncipales partidos del país, viajó a Washington en mayo de 1922 para negociar nuevamente lo establecido en la proclama del Plan Harding; después de varias reuniones, llegaron a un acuerdo fundamental, que esta vez sí cumplía con los requisitos del pueblo dominicano, y el 30 de junio de 1922 quedó concertado, pero no fue hasta el 23 de septiembre de ese mismo año, cuando se firma de una vez el denominado Plan Hughes-Peynado, que fue firmado también por Horacio Vásquez, Federico Velásquez y Elías Brache, acompañado también por Francisco J. Peynado y Monseñor Adolfo Nouel, en representación de la Iglesia Católica, mientras que por el gobierno estadounidense firmaron el entonces Secretario de Estado Charles Evans Hughes y el diplomático Sumner Welles.

A pesar de la retirada de las tropas de ocupación, se mantuvo la preocupación respecto a la recaudación y uso de los ingresos aduaneros del país. Para solucionar este problema, representantes de Estados Unidos y del gobierno de República Dominicana se reunieron en una convención y firmaron un tratado el 27 de diciembre de 1924, mediante el cual se cedió a Estados Unidos el control sobre los ingresos aduaneros del país.

Este tratado fue motivo de un largo resentimiento entre Estados Unidos y el pueblo dominicano hasta que, en 1940, el tratado Trujillo-hull, fue oficialmente derogado y el control de los ingresos aduaneros del país volvió de nuevo a ser administrado por el gobierno dominicano.

Una de las consecuencias de la ocupación fue el ascenso al poder de Rafael Leónidas Trujillo. Trujillo, miembro de la Guardia Nacional creada a principio de 1919 por Estados Unidos y no obstante a ser una persona de calidad moral cuestionable, recibió altas calificaciones por parte de los oficiales militares estadounidenses y finalmente, se convirtió en jefe de personal del ejército del país en 1928.

A raíz de las elecciones fraudulentas de 1930, Trujillo se convirtió en presidente del país. A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos vio en Trujillo una especie de «Frankenstein, que cobró vida gracias a los Marines de Estados Unidos» y que probablemente sería causa de nuevos levantamientos, fue apoyado por el gobierno estadounidense cuando sus tácticas de mano dura evitaron la necesidad de una intervención militar. Gracias al beneficio del control de Estados Unidos sobre las aduanas del país, Trujillo pudo desviar fondos para su ejército y suprimir la disidencia interna.

Texto:Compendio de varios autores, realizado por H.D.G. @RDRedSocial