Opiniones

La propuesta de Lula sobre una moneda común para Latinoamérica y el visible desafío a los Estados Unidos

Por Valentín Pérez.

En la recién culminada cumbre de los países Latinoamericanos (CELAC),
que agrupó cerca de 18 gobernantes del hemisferio, los presidente del
Brasil Luiz Inácio Lula-Dasilva y Alberto  Fernández de Argentina  ,
conjuntamente hicieron una propuesta encaminada en crear una moneda
común, que inicialmente  involucraría  los países  Suramericanos  y
luego se extenderá a los demás países de la región; el objetivo es que
 “SUR”, nombre sugerido de la moneda, regule las relaciones
comerciales entre los países de la región  y el dólar estadounidense
tenga cada vez menos incidencias en el intercambio comercial.

Asus ya 78 años, Lula retornó al poder para cumplir su tercer mandato,
esta vez de seis años. El primero fue desarrollado durante los
periodos 2003-2007 y es considerado por analistas financieros como el
periodo en que los brasileños recobraron las esperanza y esplendor.
Lula sucedió en el poder a Fernando Henrique Cardoso (1998-2002), y
como otros países de Sudamérica, Brasil estaba transitando una crisis
económica al llegar a un pico en 1997, de US$ 883.000 millones, el
Producto Interno Bruto nominal a precios corrientes se había
desplomado hasta los US$ 510.000 millones en 2002.

Es evidente que  cuando Lula asume en 2003, encontró un país sumido en
la desesperanza , e inmediatamente tomó  una serie de medidas
encaminadas en cambiar  el derrotero de esa economía y del país, 18
meses después   los resultados eran visibles:  se experimentaron
cambios positivos, como la baja inflación, y alta tasa de crecimiento
del PBI, así como la reducción del desempleo, una mayor división de
ingresos, aumentos de la balanza comercial, reducción del gasto,  pago
de  deuda, achicar la burocracia y favorecer a los emprendedores.

El segundo mandato de Lula, finalizó en 2011, y significó para Brasil
el despegue del gigante Suramericano, caracterizado por los altos
niveles de crecimiento en áreas tan importantes como la
infraestructura, la inversión en tecnología y el desarrollo de la
industria manufacturera, textil y automotriz. Pese al desarrollo
exhibido por Brasil en ese periodo, también estuvo matizado por los
grandes escándalos de corrupción, como el caso Petrobras, génesis de
la desgracia de Lula que terminaron encarcelándole por alrededor de
580 días.

El sacerdote jesuita y sociólogo, Frey Betto, uno de los fundadores
del Partido de los Trabajadores, que lidera,  Lula en Brasil, dijo en
una ocasión, sobre la situación por la que atravesaba  Brasil, luego
de la salida del poder de Lula,  que el líder del PT,  es un hombre
honesto, pero afirma que este debe hacerse una autocrítica, porque,
aunque los gobiernos de Lula, fueron los  mejores de la historia del
Brasil  en ellos se cometieron muchos errores, y uno de ellos, fue el
haber priorizado el acceso de los brasileños a bienes personales como
automóviles, electrodomésticos, televisores en color, teléfono móvil,
cuando debería haber priorizado el acceso a bienes sociales, como la
educación, la salud,  el saneamiento, el transporte, la seguridad.
Resultado, dice Betto, se creó una nación de consumistas y no de
ciudadanos. De ahí la rabia de amplios sectores que, sacrificados por
el aumento de la inflación y el desempleo, ya no pueden comprar como
antes. Fin de la cita.

Lula, ha retornado con nuevos bríos, en una sociedad dividida, donde
el Bolsonarismo ocupa 96 escaños en la bancada de la Cámara de
Diputados, aparte de esto el claro desafío a su autoridad y el
desconocimiento de su victoria. Los resultados de las elecciones
fueron bastantes cerrados, el candidato izquierdista obtuvo el 50,9
por ciento de las preferencias, mientras el ultraderechista Jair
Bolsonaro sumó el 49,1 por ciento; a esto sumémosle el gran arraigo
que posee Bolsonaro en sectores conservadores de los EE. UU,
radicalmente opuesto a Lula.

Los pecados de Chávez, y el proceder de Lula.

Los gobiernos de Chávez estuvieron matizados por un enfrentamiento
encarnecido contra los Estados Unidos de Norteamérica, al punto de
lanzar constantes improperios en las reuniones de mandatario que les
tocó participar. Pero eso es lo menos,  los tres grandes pecados
capitales de Chávez, que Estados Unidos nunca toleró, a además fueron
las  razones que aceleraron su deceso, los bloqueos y el deterioro de
la economía de Venezuela  están resumido en tres puntos : 1- Proponer
en algún momento que las negociaciones de petróleo y sus derivados se
realicen no en dólar 2- Fomentar y apoyar el fortalecimiento y
expansión  de organismos subregionales,  como el caso de Mercosur,
para disminuir la dependencia de EE.UU. 3- Creación de corporaciones
televisivas, como Telesur,  con el objetivo de difundir contenido  en
todo el continente y contrarrestar  la muy prestigiosa  cadena
televisiva CNN.

Si hacemos un recorrido por el pasado reciente y analizamos a Lula,
nos daremos cuenta que su accionar  guarda   gran similitud con
Chávez: 1-El apoyo y creación de organismo de alcance global, como el
caso del BRICS, con el objetivo de desarrollar intereses comunes,
encaminados a competir con los EE. UU 2-Apoyo, promoción y
fortalecimiento del Mercosur, y más recientemente, la creación de una
moneda común, que regule las relaciones comerciales, en principio de
los países Suramericanos y posteriormente todos los Latinoamericanos.

Al Parecer en esta ocasión tendremos a un Lula lleno de ira y
animosidades contra quienes en el pasado le dañaron e hicieron causa
común con sus adversarios. Lula, encontró un país dividido, una
economía desmejorada y se espera que obtenga el peor desempeño entre
los 20 principales países del mundo (G20). En octubre de 2022,
registró una inflación de 1.2%, la más alta de los últimos 26 años.

 Entendemos, es momento de que Lula se repiense, y eso no significa no
interactuar o desarrollar comercio con los demás países del
Continente, igual con Asia y Europa, pero de ahí a iniciar una guerra
abierta contra EE. UU, con tantos factores en contra y una sociedad
altamente dividida, 78 años y una salud decadente.

 ¿Realmente vale la pena, o más bien es estratégico, para él y ese
país, en momentos de tanta incertidumbre y proyecciones no halagüeñas
por parte organismos internacionales para el 2023 y subsiguientes?

Resaltar que el actual presidente de Argentina Alberto Fernández,
quien le apoya en esta iniciativa de una moneda común para
Latinoamérica, concluye su mandato en 2023.

Nos queda reflexionar sobre “cuantos más estarían dispuesto a sumarse
a esa propuesta y ganarse la desavenencia de Estados Unidos”.

 ¡Se los dejo a su juicio y consideraciones!

JOSE PEREZ CUEVASjoseperezcuevas74@gmail.com