Opiniones

La habilidad de desaparecer los bienes públicos

Dr. Isaías Ramos.

Nuestra clase política ha desarrollado unas habilidades, destrezas y malas mañas para desapoderar al pueblo de sus bienes y recursos, las cuales, si fueran utilizadas con el fin de trabajar por el bien de todos los dominicanos, hoy nuestra nación estaría en esferas políticas, económicas y sociales, envidiables para el mundo que nos rodea. Lamentablemente, no ha sido así.

De nuevo nuestro Congreso Nacional y el pueblo dominicano estarán a prueba con la persistente y consistente intención del Poder Ejecutivo para buscar la aprobación de la Ley de Fideicomiso Público. Las experiencias pasadas de robo y saqueo que han sido aprobados por pasados Congresos Nacionales como fueron el contrato leonino y perverso de la Barrick Gold y el famoso peaje sombra, por mencionar solo dos de tantos, no ha servido para que el pueblo pare de una vez y por todas a esta clase económica y política que siempre se ha beneficiado del trabajo y recursos de la nación.

En declaraciones del presidente mexicano López Obrador, en alusión a unos congresistas que se oponían a la eliminación de esos instrumentos de robo y saqueo al que había sido expuesto el pueblo mexicano, se refirió de la siguiente manera: “Es lamentable que legisladores estén defendiendo a ladrones y a gente deshonesta”, concluyó la cita.

Dejemos para nuestra imaginación que dirían hoy los tres pilares que fundaron esta partidocracia: el Profesor Juan Bosch, un hombre íntegro, el Dr. Joaquín Balaguer un patriota y el Dr. José Francisco Peña Gómez, el hombre del pueblo. Es inimaginable la frustración que sintieran a tales despropósitos de sus herederos.

Es importante que legisladores conscientes de este momento histórico sepan de qué lado van a estar:  si van actuar para complacer apetitos particulares de partidos y colores que representan o se van a poner los colores de la patria y defenderán La Constitución que declara nuestro Estado Social Y Democrático De Derecho.  Es inaceptable que los recursos del pueblo se utilicen para la creación de fideicomisos públicos donde fungen más como actos jurídicos y financieros que como entidades orgánicas públicas, dotándolos de una naturaleza esencialmente privada.

En otras palabras, es violatorio a los artículos 7 y 8 de nuestra Constitución, destruyendo la esencia de un Estado Social para convertirlo en un Estado de mercado puro y duro. Con este instrumento, el gobierno entrega los bienes del pueblo a una fiduciaria para su lucro propio, lo cual, es opuesto a los fines de la constitución y nuestras leyes, que deben ocuparse en garantizar nuestros derechos económicos y sociales.

En el Frente Cívico y Social entendemos que el pueblo dominicano y los políticos conscientes del país, deben aprovechar esta ocasión, primero  para impedir esta horrible intención de esa élite política y económica;  segundo,  exigir la eliminación de esos fideicomisos existentes que están creando una deuda paralela enorme y que está creciendo como una bola de nieve; y,  tercero, proponer una corporación autónoma y soberana similar a  Singapur, Noruega y otros países, donde esos bienes públicos estén bajo el paraguas de un sistema de seguridad social.  Bajo ese esquema se empeñaría a pagar esa enorme deuda social acumulada a sectores tan básicos como son la salud, educación, vivienda, pensiones dignas y creación de empleo, entre otros, donde sus inversores sean los trabajadores dominicanos y también los mayores beneficiarios.