Mi Voz, Portada

Las referencias políticas de la reelección

Por Juan Carlos Espinal

En los artículos anteriores hemos tratado la constitucionalidad de los derechos sociales, políticos, económicos y culturales.

Se encuentra allí los conceptos básicos que pueden integrar una discusión más amplia sobre el tema.

En general, abrir algún espacio para la formulación de políticas públicas en torno a temas pendientes sobre la constitucionalidad de los derechos fundamentales, en el campo de las técnicas elementales de información y, a continuación, también, intentar analizar las consecuencias sociales, políticas y económicas del abuso de la falsa noticia, el uso de la propaganda en asuntos oficiales, el efecto sobre los individuos y la sociedad en su conjunto.

Desde este punto de vista, nos tiene que interesar poner de relieve los siguientes aspectos:

¿En qué contexto político aparece el Bipartidismo PRM-FP?

¿ Cuáles son las causas de que el pasado 5/7/2020 20 de 27 partidos no alcanzo 1% de los votos en las presidenciales?

El ING. Ramón Alburquerque trata, en los » Genios de la Z-101″ de mostrar cada Sábado o Domingo(¿) como la combinación de técnicas mediáticas y acusaciones diversas ( desde Asociación de malhechores, abuso de confianza, dolo, concusión, hasta explicaciones históricas etc.) representa apenas parte de un discurso integrado en un proyecto político común.

Desde ese contexto ideológico y político se podrá apreciar que el Dr. Guido Gómez es un ejercicio político condicionado perpetuamente por su contexto social y político.

Que depende de los procesos políticos internos del gobierno que compone un marco general de referencia gubernamental que se va transformando con el avance de las ciencias jurídicas, la insatisfacción y la intensificación del reeleccionismo.

Así, en el tiempo, hemos visto como el registro electoral del PRM cambia los usos político- jurídicos, y como, por ejemplo, de la discusión sobre el sufragio universal a la incorporación la difusión mediática, a la delegación del voto alternando sustancialmente las estrategias de programación de la táctica política.

Comprender la Constitución del 2010 en 2022 e interpretarla en 2024 es, de hecho, por ejemplo, abrirse a un campo de realidades sociales y políticas diversas, cuya combinatoria, a veces azarosa, otras, aún sin explorar – nos introduce en un campo de libertad individual.

En consecuencia, debemos erradicar las actitudes que suponen – de antemano – que la historia se hallará detenida en el tiempo a la hora de medir expectativas y que sin medir consecuencias puedan considerarse condiciones actuales dentro de la democracia como algo permanente e inmutable.

Por otro lado, es preciso comprender que la reelección del Presidente Luis Abinader se instala en un momento histórico donde la sociedad pre determina su destino.

La reelección del Presidente Abinader forma parte del sistema político dominicano desde su fundación, que está entrelazado con otras fuerzas sociales, políticas y empresariales y todas ellas se integran en una especie de matriz única que permite su evolución política o la constriñe.

Conocer estas realidades históricas es alejarse del populismo mediático con que a veces se enfoca el inmediatismo del desarrollo de los acontecimientos sociales y políticos – en especial desde las imprecisiones políticas –.

Es también alejarse del determinismo partidario que atribuye a la reelección del Presidente Abinader un poder autónomo y superior a otras instancias de la sociedad.

Es necesario conocer la evolución histórico – política del PRM.

Entender su perspectiva histórica ayuda a relativizar el presente – sobre todo, sus constricciones en el ejercicio del gobierno, sus notables limitaciones económicas y abre nuevas perspectivas sobre el futuro, el cambio politico y la transformación social.

Hemos visto en el artículo que el proyecto reeleccionista evoluciona con la movilidad de la sociedad civil, con las filtraciones de la Cámara de Cuentas y con el uso intensivo de la demagogia desde el gobierno en un momento histórico concreto.

Hacer comprender esta evolución sociocultural y política de la sicología del Presidente-Candidato es sacar enseñanzas de ella.

Es inculcar una actitud abierta, imaginativa, que no se conforma con lo dado sino que busca reconversión política y alternativas a la continuidad de su gobierno.

Conviene, pues, considerar el discurso opositor del Dr. Leonel Fernández dentro de un escenario político en continúa transformación que puede o no, integrar Electoral y políticamente las demandas sociales, pero que tiene por qué – aunque muchos factores sicológicos tiendan a ello – configurar una amplia coalición política en un uso monolítico y unívoco.

Si algo enseña la evolución política de Fuerza del Pueblo es que muchas de las condiciones que parecían inamovibles en el origen – masificación del mensaje, presentación de la oferta electoral, homogeneización de su discurso público ante la sociedad, la centralización de sus ideas, por ejemplo, pueden ser, y de hecho son, transformadas día a día y todo ello abre un campo electoral de posibilidades muy diferentes a las iniciales.

Por ello el salto de la casilla presidencial #18 a la #3.

La escasez analítica del discurso reeleccionista, por ejemplo, está siendo sustituida – aunque el ritmo de transformación me parezca lento – por los requerimientos singulares de los grupos cívico – corporativos más inflexibles y radicales de la Marcha Verde en el gobierno.

Todo ello nos indica que el plan reeleccionista se inscribe en el reduccionismo del discurso del líder opositor – el de la antipolítica – y más que parece esta integrado dentro de la línea gubernamental y que seguirá progresando.

Porque una actitud respetuosa con el desarrollo histórico – institucional de la Constitución es la que se acepta como un instrumento de exploración de posibilidades y la que reconoce que, en una situación dada, la política es un campo amplio de acciones concretas que pueden ser o no, realizadas por un grupo determinado o por la sociedad, nunca por una autodeterminación.

En resumen, la reelección Dr. Guillermo Moreno del Presidente Abinader tiene que ser entendida en las siguientes dimensiones políticas:

I. En un entorno geopolítico complejo.

II. Afectado por las influencias políticas de la oposición interna en el PRM a su gobierno y el contexto global de la economía.

III. En la evolución histórica del PRM y en su desarrollo electoral a nivel nacional.

IV. En su apertura exploratoria hacia el futuro.

Ahora bien, un proyecto de reelección que denuncia males pasados debe permitir a la opinión pública bucear en documentación e informaciones concretas sobre el tema o las proposiciones del mismo.

La reelección del presidente Abinader se convierte, entonces, no en la fuente única de información de Comunicaciónes de la Presidencia de la República sino en la oportunidad para usar otras fuentes distintas.

Los datos, las proposiciones, los puntos de vista que nos proporciona, encuentran su parangón en otros puntos de vista de la oposición.

Todos ellos descubren el hecho esencial de que la acusación es una especulación, un camino político – entre otros – para acceder a su conocimiento.

Ese estilo de trabajo político es el adecuado para realizar en una conferencia con estudiantes universitarios en una clase o en un círculo de estudios.

Se reduce, así, la reelección a su carácter instrumental y se limitan sus aristas míticas y totémicas.

Cualquier propuesta interesante introduce una estética y un estilo.

Puede, por tanto, estimular la reflexión y el trabajo creativo del gobierno del presidente Abinader.

Estas ideas, por supuesto, pueden hacerse colectivamente y nos permiten, entonces, transitar por una dimensión de la reelección que nos es habitualmente demasiado mediática – muy amarilla – como para ser percibida con el grado de conciencia necesario.

Se trata de interponer entre nosotros y el lenguaje de la realidad otros lenguajes, no ya verbales, sino plásticos, lights, instrumentales.

La inauguración mediática vista, entonces, como una oportunidad política, para la recreación formal de la misma.

Hasta aquí hemos hablado de las situaciones críticas que genera la caída espectacular de la credibilidad de Comunicaciones de la Presidencia.

Conviene hablar de lo que denominamos operaciones sicológicas, es decir, los procesos sociales y políticos y las alianzas buitres que se dan, que pueden conducir a la lectura política, crítica.

La reelección del presidente Abinader introduce – en el debate – la razón fundamental de su naturaleza política: Leonel Fernández.

No se trata de proponer nada, ni mucho, ni poco y ni siquiera un moderado proceso de discusión, sino de inscribir, en cualquier caso – y a toda costa – este esquema de reduccionismo (que son necesidades políticas) y proyectos coyunturales del individuo.

Por tanto, será preciso considerar los propósitos generales que nos llevan a ver la reelección y que ella como fenómeno político nos ofrece para evaluar la posibilidad de consecución de sus deseos.

¿Qué parámetros debe contemplar esta racionalización?

A. La gobernabilidad.

B. El contexto histórico frente a FP.

C. La interactividad mediática y selección de los acusados en los expedientes de corrupción.

D. La contextualización del uso del expediente en relación con otras conductas políticas cotidianas.

E. La capacidad de confrontación con otras fuentes, etc.

Finalmente, la reelección del Presidente Abinader como lenguaje electoral que es, tiene que prestarse necesariamente al doble juego de los empresarios, a la actividad lúdica de pensamiento transnacional de la sociedad civil, en general, a la interposición del lenguaje del PRM y la subjetividad y volatilidad de la opinión pública.

Así, el recurso jurídico puede y debe ser ironizado, resumido, contrastado, argumentado y contra argumentado, replicado y contradicho, afirmado y negado, provocado y estimulado.

Todo ello engrandece el campo de acción de la opinión pública y ayuda a la agitación tomando distancia y facilita la discusión creativa.

Los contextos históricos – sociales en que se desenvuelve la reelección tiende a estimular y potenciar este tipo de “doble juego” que redundará en la formación de coaliciones opositoras electorales heterogéneas que articularán 2 polos políticos:

Luis Abinader-Leonel Fernández