EL TIRO RAPIDO
de
Mario Rivadulla
Hoy por hoy, inmediatamente después del tema de la seguridad ciudadana, el de mayor apremio para el país y el Gobierno es el de la crisis energética.
El propio Presidente Leonel Fernández acaba de declarar que el sistema energético es insostenible por más tiempo en las condiciones actuales.
No hay un solo dominicano ni un solo habitante de nuestro pedazo de isla, que no estè de acuerdo con esa afirmación tan categórica.
Por décadas, gobierno tràs gobierno, Repùblica Dominicana ha venido arrastrando el pesado fardo de un servicio de energía ineficiente, inestable y sumamente costoso. La electricidad ha sido en todos estos años un factor de permanente irritación y zozobra social asì como de alto costo político. Pero además, una constante retranca en su desarrolllo económico.
Una mente tan lùcida como la del ido a destiempo, ingeniero Felipe Vicini, sentenciò en una ocasión que todavìa màs grave que las pèrdidas originadas por la crisis elèctrica, era lo que habìa dejado de producir, ganar y progresar el paìs como consecuencia de ella. Tenìa sobrada razòn.
Gran parte de nuestra pobreza y retraso es consecuencia de la energía, o màs bien de la falta y costo de la misma.
La capitalización iniciada bajo el pasado gobierno del Presidente Fernández se nos ofrecía como la posible solución a la problemática energètica.
Un nuevo camino que eliminarìa los apagones, borraria del presupuesto de la nación la partida de subsidio al sector y eventualmente, ofrecerìa el servicio a una tarifa màs baja. En la pràctica por una diversidad de muy complejas razones, ha resultado lo contrario, aùn cuando no todo ha resultado negativo por cuanto posibilitò que por primera vez, el paìs dispusiera de una capacidad instalada superior a la demanda entre un 20 y un 25 porciento.
Pero los apagones han continuado. Las facturaciones alcanzan niveles insostenibles. El elevado costo energético afecta la competitividad de los sectores productivos nacionales y el creciente subsidio se ha convertido en una carga cada vez màs onerosa para las agobiadas finanzas pùblicas. Todo esto además, conlleva un elevado costo político para el gobierno.
En todo ese tiempo han sobrado propuestas, planes, seminarios, reuniones, negociaciones para tratar de resolver la compleja problemática eléctrica, sin que haya asomado la tan ansiada tabla salvadora que nos libere de ese pesado tormento que con altas y bajas, venimos arrastrando por màs de 4 dècadas.
A nuestro juicio, tal como hemos manifestado en infinidad de ocasiones en TELEDEBATE y este TIRO RAPIDO, el primer paso para toda posibilidad seria y efectiva de abordar la crisis de electricidad, es despolitizar, despartidizar el tema,sacarlo del debate oportunista y de la crìtica ventajista.
Por años hemos venido abogando porque la crisis eléctrica la enfrentemos çomo lo que es: no responsabilidad de un gobierno ni de un partido sino un problema nacional, que nos afecta a todos. Como tal debe ser afrontado en base a un gran pacto, compromiso o proyecto de nación que sume la comprensión, el esfuerzo y la colaboración de todos los sectores políticos, económicos y sociales del paìs para empujar juntos en la misma direcciòn.
Dentro de este marco, acogemos con satisfacción tanto las conclusiones del Foro Eléctrico tanto como las oportunas declaraciones del joven Secretario General del PRD, Orlando Jorge Mera, pronunciándose en el mismo sentido. De igual modo, el anuncio de la cumbre que convocarà el Presidente Fernández con participaciòn de dirigentes del PLD, PRD y el PRSC para tratar diversos asuntos de interès en la agenda nacional, entre los que figura, suponemos que en sitio de cabecera, la crisis energètica.
Es de esperar que se trate de un ejercicio productivo y no de una nueva OPORTUNIDAD de intercambiar mutuas INCULPACIONES ACHACÁNDOSE la responsabilidad de un problema que insistimos no es de nadie en particular pero que nos `perjudica e irrita a todos.
La BIBLIA nos relata el hermoso pasaje del èxodo de los judìos de EGIPTO, quienes bajo el liderazgo de MOISÉS, el elegido a quien JEHOVÁ entregò las famosas tablas que contienen los diez mandamientos, estuvieron vagando cuarenta años por el desierto hasta encontrar la tierra prometida. ese mismo tiempo llevamos los dominicanos viviendo entre apagones a la BÚSQUEDA de la ansiada luz sin haberla encontrado.
Ojalà en esta OPORTUNIDAD lleguemos tambièn al fin, a nuestra tierra prometida: la de un servicio de electricidad eficiente, estable y con tarifas acordes con nuestra economia.
2006-10-24 13:03:45
