Efemerides, Portada

En Santiago confirman mataron a Erasmo Bermúdez y a Fausto Jiménez

Erasmo Bermúdez

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, el 19 de Agosto de 1961, agentes policiales que participaron en la represión de una manifestación antitrujillista, mataron a Fausto Jiménez  Guzmán, y a Erasmo Bermúdez Espaillat.

Jiménez Guzmán de 19 años, fue ultimado por los agentes policiales cuando regresaba a su hogar de una manifestación en demanda de la salida del país de los miembros de la familia del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina y la renuncia del presidente interino Joaquín Balaguer.

Erasmo Bermúdez, de 31 años,  fue muerto cuando se encontraba en el velatorio de Jiménez Guzmán.

La muerte de los dos jóvenes provocó un ambiente de tensión en la ciudad de Santiago de los Caballeros,  que provocó nuevas protestas y un paro en la ciudad.

Los manifestantes  exigían la renuncia del presidente  Balaguer y la salida inmediata de los familiares y vinculados a la dictadura de Trujillo.

El dictador Trujillo había sido ultimado en la hoy autopista 30 de Mayo, la noche del 30 de Mayo de 1961, pero aún permanecían en el territorio nacional sus familiares y antiguos colaboradores del régimen.

En noviembre de 1961, comenzó en República Dominicana,  lo que fue denominado como el  proceso  de  destrujillización.

Versiones de testigos

La periodista Angela Peña publicó el 18 de septiembre de 2011, en el diario Hoy, los resultados de una investigación que da cuenta de que Fausto Jiménez, de 19 años, murió el 19 de agosto al regresar de un mitin en San Francisco de Macorís y entre varias versiones se afirmó que el camión en que regresaba a Santiago fue apedreado por campesinos gobiernistas, se entabló una lucha y éste resultó con fractura del cráneo.

Precisa que algunos dijeron que cayó del camión. También se publicó: «…un grupo de santiagueros fue atacado a pedradas en el paraje Monte Adentro, por miembros de la ACI protegidos por la Policía Rural. Con el impacto de las piedras los camiones que transportaban a los manifestantes se detuvieron entablándose una desigual contienda…». Miguel Ángel Antonio Saleta Cordero (Pío), que conducía la camioneta en que iba Fausto, fue sometido a la justicia. Le acompañaban José Ramón Franco Cruz, Eddy Gómez Grullón y Digno José Riggio Pou.

En el velatorio de Jiménez, en la calle España 60, fue mortalmente herido Erasmo Bermúdez Espaillat, cuando militares dispararon a la multitud que había acudido a acompañar a sus deudos. A la víctima, de 31 años, miembro «de una de las más ricas familias de Santiago, fabricantes de ron», lo trasladaron al hospital José María Cabral y Báez donde falleció a los pocos instantes.

Bermúdez estaba casado con Shita viuda Bermúdez, y era el padre de Nidia María Bermúdez Nicolás.

El 31 de Agosto de 1961, el presidente Balaguer visitó a José Ignacio Bermúdez, y María Eloísa Espaillat, padres de Erasmo, junto al gobernador Rafael Vidal Torres.

Todos fueron enterrados envueltos en la Bandera, como próceres por la libertad. Repetidas veces se entonó el Himno Nacional.

En el cementerio de Santiago hablaron Gustavo A. Vincent,  y Chechele Pérez.

En Puerto Plata el duelo fue despedido por el doctor Sosa Duarte, quien manifestó al ser sepultado Clisante: «Volveremos a traerte en vez de lágrimas y flores, la palma y el laurel de los héroes. Tu sangre aumentará nuestra lucha…».

La Asociación Médica Dominicana, que presidía Sixto Incháustegui Cabral decidió celebrar solemnes funerales a la memoria de Alejo Martínez y acordó que «cuando otro médico muera en circunstancias análogas» los facultativos de todos los hospitales del Estado presentarían sus renuncias. Clisante, Bermúdez, Jiménez y Martínez fueron reconocidos con calles en su memoria, agrega la versión publicada por Angela Peña.

Anota que «La violencia enlutó el Cibao en la semana del 14 al 20 de agosto con las muertes de Erasmo Bermúdez Espaillat, Fausto Jiménez Guzmán, Pedro Clisante, Alejo Arquímedes Martínez y Elpidio Madera en sucesos políticos ocurridos en Santiago, Puerto Plata, San Francisco de Macorís, Sosúa. Pertenecían a la Unión Cívica Nacional y fueron ametrallados por fuerzas del gobierno en diversos escenarios.

La represión dejó también un trágico saldo de heridos entre los que se encontraban Ramón Tapia, Federico Carlos Álvarez, Manuel Antonio Santos Rodríguez, Rigoberto Antonio Rodríguez, Manuel Guzmán García, José B. Pérez Ramos, Héctor J. Pablo Reyes, Rafael Nicolás Castellanos, Ramón Edilio Checo, Ignacio Rodríguez, Ramón Antonio Rojas, Rafael Antonio Velásquez, Milton Franco, Rafael Alejandro Llenas y otros, alcanzados por disparos del ejército en los velatorios o en manifestaciones de protesta.

La República estaba consternada. El comercio cerró sus puertas en señal de duelo y se pronunciaron las asociaciones de médicos y abogados. Periodistas extranjeros viajaron al país alarmados por los sucesos, y en el Senado se produjeron encendidos debates a raíz de una petición de monseñor Eliseo Pérez Sánchez, senador por Sánchez Ramírez, para que las cámaras legislativas se dirigieran al Presidente Balaguer y a Ramfis  Trujillo, Jefe de Estado Mayor Conjunto, a fin de evitar la repetición de acontecimientos similares. El religioso encontró réplicas en sus colegas J. Fortunato Canaán y Rafael Vidal Torres».