Opiniones

EL TIRO RAPIDO

EL TIRO RAPIDO



de



Mario Rivadulla

Para cuantos hemos dado constante seguimiento y puesto continuo énfasis al desarrollo educativo del paìs, no puede pasar por alto la importancia del Congreso Nacional del Foro Presidencial por la Excelencia Académica celebrado el pasado fin de semana.  Cabezas rectoras del mismo fueron las màs altas autoridades del sector docente, Alejandrina Germàn y Ligia Amada de Melo y el director de INFOTEP, Melanio Paredes,  contando con una amplia participaciòn de organizaciones vinculadas a la educación, profesores, estudiantes y delegaciones de todo el paìs.

El propòsito del Congreso fue debatir con amplitud toda la temática docente nacional con vistas a tratar de mejorar sustancialmente los bajos niveles de calidad educativa que arrastramos y que nos colocan, en estos momentos, en los últimos peldaños de evaluación en el escenario mundial.

El Congreso se convocò para escuchar crìticas y sugerencias. Para analizar a visera descubierta las fallas y deficiencias de nuestro sistema educativo.   Para conocer del ejemplo de otros paìses que llevan a cabo exitosas políticas de educación, aprovechar de sus experiencias y errores y tomarlos como referentes a emular.  Y para establecer un plan de acciòn encaminado a  elevar la calidad de nuestra docencia y colocarla a tono con los requerimientos del paìs y las exigencias de los tiempos que corren en esta època tan competitiva de la  “economìa del conocimiento”, como elemento esencial para el desarrollo.  Los resultados del evento han sido debidamente publicitados. 

Del Congreso saliò tambièn ya formalizada la decisiòn de realizar de un nuevo Plan Decenal de Educación.  El anterior creò grandes expectativas.  Por diversas razones se quedò por debajo de ellas. No obstante,  es justo reconocer que hizo importantes aportes al sistema educativo.  Las experiencias acumuladas en èl, pueden resultar de gran utilidad para este nuevo empeño.

Obviamente para lograr las metas propuestas en el Congreso se requiere disponer de algo màs que simplemente la buena voluntad y deseos de sus actores.  El documento final asì lo reconoce y cita.  Vale recordar insistir en algunos de los principales,  que en màs de una ocasión hemos comentado en TELEDEBATE.

Mayor cantidad de recursos.  No puede pretenderse reformar y hacer avanzar nuestro sistema educativo con la baja asignaciòn de recursos que tradicionalmente se le ha asignado, muy inferior a las metas propuestas y consideradas necesarias.

Mejorar y ampliar las instalaciones físicas. Hace falta cubrir el faltante de aulas y adecuar las que no ofrecen condiciones para la docencia.  Maestros y alumnos deben disponer de suficientes y actualizados materiales de trabajo.

Elevar la condición de los docentes.  No puede lograrse una educación de calidad si maestros y profesores no estàn remunerados con salarios justos y no disponen de oportunidad –que tambièn debe ser obligación—de mantener al dìa sus conocimientos.

Reformar los programas de enseñanza.  Hay que lograr que los mismos estèn en consonancia con el desarrollo del  y las oportunidades del mercado laboral. Del brazo de la enseñanza teórica, deben ofrecerse los conocimientos prácticos que al estudiante le resulten de utilidad en el mundo real.  La pràctica deportiva, la educación sexual y el desenvolvimiento en sociedad deben ser tambièn parte del programa de estudios.

Pero sobre todo, la escuela tiene que ser forjadora de ciudadanos responsables.  De transmitir valores morales y sociales.  De enseñar a rendir culto a los que hicieron posible el surgimiento de la patria dominicana.  De sentir el orgullo de su historia, su identidad como pueblo y su nacionalidad.  Para ello se deberà lograr que los padres asuman a plenitud el compromiso de educación de sus hijos. Es una labor compartida entre escuela y hogar que deben marchar juntos en la tarea fprmativa de las generaciones de relevo.

Para ello, hemos insistido y asì fue establecido en el Congreso, en la necesidad de un gran pacto nacional.  Que deje la educación al margen del partidarismo.  Que la escuela no forme parte del botìn político.  Que no sea objeto de mezquino debate interesado y oportunista. Que cuente con el aval, el consenso, el apoyo y el aporte sincero y activo de todos los sectores de nuestra sociedad.

Porque sin educación no es posible el progreso.  Y si no aprovechamos la oportunidad y el obligado reto de progresar en este mundo  exigente y competido, nos vamos a quedar rezagados como sociedad y como pueblo, sumidos en la ignorancia y en la pobreza y cada vez màs distantes del ideal de la mejor naciòn a que aspiramos.

2007-01-24 20:20:49