Opiniones

Falla la justicia reina la violencia

Dr. Isaías Ramos.

Nuestro país comienza a vivir una etapa muy peligrosa, pues de no atender las causas que atentan contra la paz social, podríamos comenzar a vivir situaciones similares a las que se viven en países como Venezuela y Haití y que se han vivido en países como El Salvador y Colombia entre otros.

Por siglos se ha demostrado que cuando la justicia social e institucional fallan, la violencia se adueña de las calles y la anhelada paz social deja de existir.

Es lamentable tener que contemplar tanta ineptitud de la clase gobernante. Le brindan y aseguran impunidad a los que han provocado la intranquilidad social que le ha robado la paz al pueblo dominicano provocando un deterioro social sin precedente.

Esos corruptos y traidores a la patria son los verdaderos responsables de la inseguridad ciudadana, la violencia, la miseria y la ignorancia que padece la mayoría del pueblo dominicano, fruto de la impunidad que les da luz verde a esos corruptos para robar y saquear al pueblo sin ninguna consecuencia.

Ellos se robaron el dinero y los recursos de la salud, de la educación, de los servicios esenciales, el agua y la electricidad y han endeudado a las futuras generaciones sin tener ningún grado de misericordia para con aquellos que ni siquiera han nacido.

Mientras ellos viven en la opulencia demostrándole al pueblo lo que ellos le robaron sin ningún pudor, la población se debate en la desesperación de la angustia que provoca no saber si mañana comerán sus hijos o si ellos podrán regresar a sus hogares sanos y salvos, sin ser víctimas de algún asalto o atropello policial.

La delincuencia de cuello blanco ya se comienza a reflejar en las calles porque cuando la justicia crea falsas expectativas a un pueblo que sufre de hambre y sed de justicia y está justicia le falla, vienen las consecuencias donde la paz se rinde ante las injusticias.

La justicia es vital para desarrollar y garantizar una cultura donde reine la paz. El resultado de las injusticias es la violencia, la angustia e la inseguridad. Décadas de injusticia, robo, saqueo, corrupción y una impunidad blindada traen a la larga graves consecuencias.

Hoy vemos como matan y acribillan a los “hijos de machepa”. Los mismos que los corruptos les robaron su futuro. Les negaron el derecho a una educación de calidad, de formación y capacitación. Mucho menos de crearles oportunidades de insertarlos en un trabajo digno.

Sucedió todo lo contrario. De manera subliminal, los corrompieron sin ninguna compasión. Les llevaron sus barrios, drogas, bebidas alcohólicas, juegos de azar, hookah y los llenaron de antivalores. Según algunos de los gobernantes, “era preferible corromper para no matar” que educar, formar, capacitar y crear oportunidades de trabajos dignos. 

Este gobierno está cometiendo un gravísimo error que va a profundizar la violencia pues está utilizando un método violento para disminuir algo que solo se elimina o suprime combatiendo las causas y no las consecuencias porque esos jóvenes son víctimas de unas causas que ellos no crearon. Sin embargo, si la propia víctima paga con su vida así se cometen más injusticias y estas a la larga profundizarán el estado de violencia.

Si el gobierno quiere combatir esta situación tendrá que enfrentar los verdaderos causantes de esta desgracia que vive la nación: comenzando con ponerle fin a la impunidad que protege a los corruptos, atacar el tráfico de drogas con firmeza y el consumo de drogas bajo un modelo sanitario enfocado en la rehabilitación, educación cívica, formación, capacitación y creación de empleos dignos, salarios justos, formación profesional a los cuerpos castrenses y la construcción de comunidades integrales con viviendas dignas y servicios esenciales garantizados.