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Muere en Caracas el maestro Billo Frómeta

Por HTN

Diariodominicano.com

CARACAS, Venezuela, el  5 de Mayo de 1988, falleció  en la Policlínica Santiago de León, en la ciudad de Caracas, Luís María (Billo) Frómeta.

El dominicano que desde su llegada a Venezuela, en diciembre de 1937, se convirtió en el protagonista de uno de los capítulos más importantes en la historia de la música popular venezolana junto a su orquesta Billo´s Caracas Boys.

Había nacido  en Santo Domingo, República Dominicana, el 15 de noviembre de 1915, hijo de Olimpia Pereira y José María Frómeta. Poco después, su padre se recibió de abogado, y fue trasladado a San Francisco de Macorís, para ocupar el cargo de Juez de Primera Instancia.

Allí el joven Luís María era el alma voluntariosa de la pandilla de niños con los que creció, entre los cuales estaba Francisco Simón Damirón, quien años después sería el más famoso pianista del merengue dominicano, con quien haría sus primeros intentos musicales.

A los 15 años fue fundador y primer director, con el grado de Capitán, de la Banda del Cuerpo de Bomberos de Ciudad Trujillo, compuesta por 48 profesores. Lo que fue una buena oportunidad para practicar y ampliar sus conocimientos de armonía y composición, así como sus pasos en el campo de la instrumentación. También fue fundador de la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo.

Legado de Billo Frómeta

Con la muerte del Maestro Billo se cerró una página importante en la historia musical venezolana, por cuanto su orquesta animó el espíritu nacional y le enseñó a querer no solo a la música nativa, sino también el excepcional merengue de su tierra que llevaba en su sangre, en su oído musical y componía con extraordinaria facilidad cada una de sus canciones o piezas musicales que luego interpretaría con su famosa orquesta Billo`s Caracas Boys.

El Maestro Billo ocupa un lugar de privilegio en el mundo de la música popular latinoamericana.

Fue músico de nacimiento, intuitivo en el sentido de que aun descartando sus muchos años de aprendizaje teórico y la constante práctica y ensayo, llevaba en su sangre el don melódico y rítmico, además era observador estudioso de la idiosincrasia popular, la que siempre supo captar genuinamente y traducir al pentagrama con sencillez, por eso triunfó una y otra vez por encima de los obstáculos que se le presentaron en su agitada carrera musical de 50 años en Venezuela y el mundo bailador.

Con los años se convirtió en el gran personaje de la música bailable de Venezuela, que compartió gratos momentos con su música y ha sido el más aplaudido director de orquesta en Venezuela con su orquesta Billo `s Caracas Boys, la orquesta más popular de Venezuela.