Editorial

El Bicentenario de Juan Pablo Duarte

Juan Pablo Duarte Diez, nació el 26 de enero de 1813. En República Dominicana ha concluido la celebración de su Bicentenario. El acontecimiento obliga a tomar al patricio como el ejemplo que debe estar presente en la memoria de los dominicanos y dominicanas. Duarte enseñó a ser optimista. No vaciló a la hora de asumir riesgos y, sobre todo, por su confianza en lo dominicano. Con orgullo enarbolaba el criterio de que se pronunció dominicano cuando esa palabra estaba proscrita.

El sacrificio por la Patria lo calificó como un honor. Cuando éramos una aldea colonia de España, Duarte decidió crear un proyecto político que tendría como fin la proclamación de República Dominicana.

Escuchó voces desalentadoras, pero siguió adelante con el arrojo de los trinitarios. Por la confianza que lo estimulaba, fundó el 16 de julio de 1838, con un grupo de jóvenes amigos La Trinitaria, la colectividad política que hizo posible la unidad de todos los dominicanos y dominicanas que apoyaron el proyecto patriótico.

El pensamiento del patricio contrasta con los y las que aún en el siglo XXI, se niegan a aceptar la calidad de los que tuvimos el privilegio de nacer en República Dominicana.

En consecuencia, nunca debemos olvidar a Duarte. Debemos recordar la historia de cómo concibió la República Dominicana en las peores circunstancias. El 16 de julio de 1838, es una fecha que debemos recordar como el día en que fue hecha realidad la idea de Duarte que permitió a nuestros próceres proclamar el nacimiento de la República.

La Patria se originó en la Sociedad Secreta La Trinitaria, que fundó con un grupo de amigos, el 16 de julio de 1838. Lo acompañaron Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Félix María Ruíz, Benito González, Juan Nepomuceno Ravelo, Felipe Alfau, José María Serra y Jacinto de la Concha. La Trinitaria condujo a la creación del Estado Dominicano con el trabucazo del prócer Matías Ramón Mella, el 27 de febrero de 1844. Juan Pablo Duarte y sus compañeros trinitarios lucharon en condiciones difíciles, pero con educación, salud, valor y perseverancia, echaron del territorio nacional a los haitianos que lo ocupaban desde el año 1822.

Duarte y los seguidores de su pensamiento no lucharon para servirse de la República. Ofrendaron lo poco que tenían para construir una Nación libre y soberana, basada en un régimen democrático, en el que la justicia fuera lo primero.

El Bicentenario de Duarte, es propicio para augurar se retome el ideal de los trinitarios. Es la mejor manera de honrar siempre a los fundadores de la Trinitaria. Su ejemplo nos enseña a no temer en las circunstancias difíciles y a verlas como obstáculos a vencer, porque siempre habrá una salida.

Juan Pablo Duarte nos enseña a no ser pesimistas ante las adversidades. Honremos a los trinitarios siempre. Honremos su memoria.

Juan Pablo Duarte tiene que estar pendiente en el pensamiento de los dominicanos.

2014-01-26 15:28:52