Cultura, Portada

Servilletas de Otoño. Al Dr. Luis Scheker

diariodominicano.com

De: Eleanor Grimaldi Silié

Santo Domingo, R. D., 4 de marzo, 2021.- Desde hace años escuché hablar del Dr. Luis Scheker Ortíz como un abogado y personalidad dominicana que ha desempeñado roles diversos en nuestra sociedad, y para mí una persona muy apreciada, con un vínculo muy estrecho con nuestra familia materna los Silié Gatón.

Él, un hombre de quien podemos argumentar muchas cualidades, pero mejor que yo, puede hacerlo el amigo Toni Raful cuando en un artículo de fecha 27 de junio de 2017  titulado: Hoy quiero hablar de Luis Schecker, entre otras cosas dijo:

“ Yo quiero hablar de Luis Scheker Ortiz, de su trayectoria rectilínea, de su formación, de la madera moral robusta heredada de su padre, don Luis Scheker Hane, quien pasó por la administración pública, con una hoja de servicio limpia, honesta hasta la médula de los huesos, desde auxiliar de estadística en la Receptoría General de Aduanas en 1927, Director General de Aduanas desde 1957 hasta 1962, fue funcionario del Catastro nacional, Impuesto sobre la Renta, Secretaría de Finanzas, Vicegobernador de Banco Central en el gobierno del profesor Juan Bosch, y Gobernador del Banco Central, designado por el Gobierno constitucionalista del coronel Francisco A. Caamaño Deño en la guerra patria de 1965”.

Podría yo también agregar muchas frases sobre su hermosa trayectoria como ser humano, como abogado y académico, pero ahora me permitiré referirme a Don Luís Scheker, en su faceta de poeta. Faceta en la cual quizás muchos no le han conocido.

Les comento sobre su libro “Servilletas de Otoño”, obra poética que gentilmente me dedicara, en la que escribió esta

dedicatoria de su puño y letra: “Mis eternas y sentidas Servilletas de Otoño”. Para una mujer excepcional que es toda primavera, como flor que nunca marchita: Eleanor para tí mis felicitaciones”.

Esa dedicatoria es del 18 de febrero de 2020, en el marco de una conferencia que pronunciara sobre Duarte y su familia en la Fundación Corripio, y él gentilmente me felicita obsequiándome su poemario.

Gracias Dr. Scheker por sus palabras expresadas en la obra que gentilmente me dedica. No podía dejar pasar esta fineza por alto, pero la pandemia retrasó mi intención.

Servilletas de Otoño es una entrega que como expresa la página de introducción de los poemas cito:  “En esta ocasión, su esposa, hijos y nietos hemos querido presentarles la recopilación de ochenta poemas escritos en pedazos de papel, servilletas y hasta menús de restaurantes, el vehículo para dejar plasmadas las espontáneas emociones y profundas reflexiones de nuestro padre”. (parte de la introducción de su poemario que le dedicara su familia).

Algunos definen la poesía como un “género literario que se caracteriza por ser la más depurada manifestación, por medio de la palabra, de los sentimientos, emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano en torno a la belleza, el amor, la vida o la muerte”.

Desde sus inicios el género poético ha sido un reflejo y una producción relacionada con la cultura de todos los pueblos, desde la antigüedad.

El escritor argentino Jorge Luis Borges en su conferencia sobre la poesía dice:

“Bradley dijo que uno de los efectos de la poesía debe ser darnos la impresión, no de descubrir algo nuevo, sino de recordar algo olvidado. Cuando leemos un buen poema pensamos que también nosotros hubiéramos podido escri­birlo; que ese poema preexistía en nosotros. Esto nos lleva a la definición platónica de la poesía: esa cosa liviana, alada y sagrada. Como definición es falible, ya que esa cosa liviana, alada y sagrada podría ser la música (salvo que la poesía es una forma de música). Platón ha hecho algo muy superior al definir la poesía: nos da un ejemplo de poesía. Podemos llegar al concepto de que la poesía es la experiencia estética: algo así como una revolución en la enseñanza de la poesía”.

A través de la poesía se exaltan valores éticos y estéticos. La poesía es para disfrutarla, es un género que estimula la imaginación, el sentimiento creador.

Acercándome a su poesía, he encontrado elementos: nostalgias, amor, evocaciones, anhelos, contrastes… que nos hablan de un alma sensible y de un corazón que ama la poesía.

Pero ama la poesía y a través de ella a su Patria, ama el amor, cuando se confiesa corazón herido, habla de los celos, El adiós, El encuentro, la soledad, los prejuicios…

Los versos vienen en distinta longitud unos menos y otros más extensos.

Hay claridad en el uso de la lengua, habilidad para sorprendernos, y son fáciles de aprender.

Utiliza figuras literarias, las que maneja en su debido momento, y aunque él no tuvo una actitud de encontrar un lector específico, el lector recibe una provocación persuasiva al leer.

Indiscutiblemente que están implícitos sus valores hacia su América, hacia su “Isla Artificial”, y sus añoranzas como el poema “Del Ayer y de Hoy”.  Más, su intención lúdica es evidente. En su poema La Isla Artificial hay un verso muy expresivo de su sentimiento patrio:

Una media isla supuestamente soberana,

Más de una vez ocupada y siempre zaherida

Por el Coloso del Norte que domina.

Rasgada y desgarrada por la historia,

Explotada desde adentro y desde afuera

Quisiera seguir siendo media isla,

Auténtica como la soñaron los poetas.

Encontramos una apreciación estética, un sentido patriótico, lo que hace que los poemas sean una buena herramienta para el desarrollo del pensamiento y una construcción de una mirada matizada con el entorno social y natural.

Son como los hilos que se tejen y nos permiten ver la belleza de la totalidad. 

Su poesía es concreta, con una mezcla de poesía social, amorosa, patriótica, donde muestra una combinación a veces de lo lingüístico y lo visual, y en lo de amorosa, cuando transmite la devoción en sus expresiones poéticas relacionadas con estas emociones que exaltan el amor, la nostalgia y la añoranza de otros momentos.

Pero mi finalidad no es deconstruir ni analizar las partes de su poesía, sino que ustedes lectores también gocen un poco de su poesía y sepan que en este abogado y académico existe un alma sensible, poética, por lo que comparto con el lector estos dos poemas completos de “Servilletas de Otoño”: A Mercedes Sosa y La lluvia y Tú.

A Mercedes Sosa

No sé qué fuerza vital tiene la lluvia

Que evoca en mí tu voz de cordillera,

Tu voz de libertades sin frontera.

……

Voz que es guitarra y es abrigo.

Uncida al dolor del afligido

De hombres y mujeres oprimidos.

……

Voz de cantor de pueblos tristes,

De labriegos, de obreros, de estudiantes,

Combatientes de paz y guerra.

……

Tu voz de mar azul y caracolas.

De arena, de sal, de viento enardecido

Que no alcanza a quebrantar las olas.

……

Voz que levanta cristalina

Con luces de unicornio y de quimeras.

Cual dulce despertar de estrellas.

Voz de sol, de tules, de azucena.

De matices, de verde primavera

Voz de cristal que no se quiebra.

……

De ruiseñor, de carretero errante

De pueblo de gesto antiguo, solidario

Tendida la mano al caminante.

……

Tu voz Mercedes, que reverdece

En cada gota perfumada de rocío

Y en cada amanecer florece-

……

Voz que crece igual que los trigales

De pueblos oprimidos y olvidados

Que a pesar de tanto olvido ¡crecen!

La lluvia y tú.

La lluvia pertinaz golpea mis sentidos.

Desde algún lugar remoto dispara

Como misil gruesas gotas invisibles

……

El viento tormentoso le acompaña

Gruñendo cual celoso Otelo,

Que cubre con su manto gris su rostro.

……

La lluvia, potro desbocado, sin dejar

De ser hermosa, con cascos centelleantes

Hoya el suelo de arcilla apisonado.

……

La tierra triste, humillada y vencida,

Abre sus pobres surcos sedientos

Herida de miseria campesina.

……

La lluvia no da tregua, cruel castiga.

Arrasa el suelo, fulmina sembradíos.

Deja sus huellas de angustia y fatigas.

……

Con ruegos el astro rey ha de irrumpir

Cargado de rayos luminosos a rescatar

Los surcos de la tierra virgen maltratados.

……

Como la tierra huérfana, sedienta

Arrasada en espera del sol que la redima

Así quedó mi alma destrozada

Después del huracán de tu partida.

……

Concluyo este comentario con un verso del autor que nos dice:

¿Para qué escribes versos? No sé,

Tal vez para visitar estrellas,

Para alumbrar tinieblas,

Para soñar contigo.

Por eso escribo.

Gracias Dr. Luis Scheker por estas deleitables Servilletas de Otoño.